CIM surgió en el 2016 siendo una instancia para sanar al padre y reconocer el ciclo masculino. Y fue maravilloso mientras lo compartimos entre mujeres pero ante la insistencia de muchos hombres de conocer su ciclo y sus heridas portales, decidimos abrirlo para hombres y mujeres. Y la magia sucedió!

Poder encontrarnos en un espacio de apertura al dolor de las vivencias masculinas nos llevó a ver cual fue la incidencia del patriarcado y el capitalismo en todo esto. Y así fuimos observando que el rol masculino y femenino no sólo se encuentra totalmente polarizado sino también estereotipados y siendo funcionales a intereses externos de producción y rendimiento.

Hoy la formación de CIM es un espacio de conocimiento de conceptos y ciclos biológicos, de sanación de heridas, pero también de cuestionamientos de que tipo de masculinos  queremos ser. No sólo observamos nuestro pasado sino también nos regalamos la oportunidad de construir un nuevo hombre. Y esto lo hacemos juntos hombres y mujeres, porque creemos que para de-construir es necesario reconocer y para construir es necesario cuestionarnos.

Creemos que el potencial energético masculino y femenino es inherente a todo ser humano por lo que estas nuevas formas las construimos juntos, desde un todo que desea un vínculo sano con otro todo.